martes, 26 de mayo de 2015

Ganó el título de la Primera B y el Ascenso a la Primera A con Ferroviario.

Es hijo de un notable jugador, Óscar Ramírez, y lleva el mismo nombre pero agregado Gabriel, fue jugador pero su carrera fue muy corta debido a una lesión. Continuó al lado de su padre como su ayudante en varios equipos hasta que en 2010 se lanza a la "piscina" y dirige solo. El sábado pasado logró al ascenso con Ferroviario ya como entrenador titular y el mismo Gabriel nos cuenta su corta pero rica historia.

¿Como llegas a Ferro?, ¿Desde cuándo lo diriges?
G.R.: Esto empezó en el 2010, me llama José Carlos Frías, quien es parte del directorio y en ese tiempo era el único que estaba a cargo de Ferroviario, que en ese entonces estaba en segunda de Ascenso, me dice: "Gabriel me das una manito para que no desaparezca el equipo, no tengo recursos económicos pero más adelante veremos cómo hacemos para conseguirlos", le dije le metemos y tuvimos la suerte de llevar al equipo a la Primera de Ascenso ese año.

¿No te asustó el reto?
G.R.: No me asustó, al contrario me gustó, porque ya venía trabajando junto a mi papá como ayudante de campo en Oriente la Primera A, Destroyers. Bueno, dije, voy a trabajar solo, claro que ya venía trabajando pero con divisiones menores. Salimos campeones en Segunda, fuimos a Primera, obviamente en lo económico la cosa fue mejorando un poquito, ese año no pudimos ser campeones por un punto.

¿Pero seguiste?
G.R.: Al comienzo de la temporada pasada, me dice José Carlos: "Mirá, no hay plata, no hay para inscribirlo". Yo con Rodrigo había trabajado en Real América, habíamos ido a Chile, a la Serena donde salimos campeones, lo llamo y le digo si quería hacerse cargo de Ferroviario, cuando me pregunta qué hay, le digo nada, solo contaba con siete jugadores nada más, en principio me dice: "Estás loco", pero le metimos y tuvimos la suerte de ascender al equipo a Primera B, el año pasado, y bueno, ya este año de la B a la A.

Mensionaste a tu padre, de quien fuiste su ayudante de campo, ¿Desde cuándo sentiste tu vocación de DT?
G.R.: La verdad que fue algo muy rápido para mí. Yo dejé de jugar en 2007 por una lesión en la rodilla, en ese entonces estudiaba Ingeniería de Redes en la Utepsa, le digo a un amigo, por qué no hacemos un equipo y lo metemos a la ACF, claro, me dice, y lo dirigís vos, claro le dije. Así fue como comencé a dirigir, pero como no pudimos inscribirlo porque tenía una deuda antigua, jugamos un campeonato de barrio y nos fue bien.

Un día hacemos un amistoso contra Real América Sub 19, fue ahí cuando me hacen la propuesta si quería trabajar con las menores de ellos. Me dan la Sub 17 y Sub 15 y ahí fue cuando comencé a formarme como entrenador.

¿Qué aprendiste de él?
G.R.: La verdad, todo lo que sé es gracias a él. Mi gran maestro, me ha enseñado muchísimo en aspecto manejo de grupo, la parte táctica que la maneja a la perfección, la parte técnica, la parte formativa, para mí es un tipo muy capacitado y que tengo la dicha que sea mi padre. Todo lo que he aprendido es gracias a él y trato de aplicarlo.

Ese fue un paso, ¿Qué otros retos tienes?
G.R.: Cuando espezaba esto, le decía a mi esposa: "Sueño con dirigir la selección boliviana". Como jugador mis condiciones no fueron las mejores para defender a mi país, pero como entrenador creo que voy por buen camino, me estoy preparando y sueño dirigir a la verde.

En el corto plazo, deseo seguir en Ferroviario, tengo el visto bueno de la dirigencia y deseo continuar también, armar un buen plantel y pelear arriba, que es lo que me gusta. No me detengo solo a armar equipo para mantener la categoría, me gusta pelear arriba y gracias a Dios en los últimos torneos que he disputado no he salido menos de segundo, entonces me llena de orgullo y me hace pensar que estoy capacitado para lograr grandes cosas.

Siempre ha estado ligado al fútbol

Nacido en Santa Cruz (32 años), es hijo de Óscar Ramírez y Andina Áñez y tiene un hermano, Rafael.

Su esposa es Paola Ruiz y tiene un hijo (Gabriel, 2 años).

Jugó en Universidad pero tuvo una lesión que lo alejó de la práctica activa.

Como DT comenzó en Real América, Escuela Milton Melgar, selecciones cruceñas juveniles, San Martín, Real América y Ferroviario.

'Mi padre es mi gran maestro, a él le debo todo, lo que he aprendido trato de aplicarlo'

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