l primer equipo de 31 de Octubre, dependiente de la Empresa Minera de Huanuni, que se coronó campeón del fútbol orureño de la gestión 2010, quedo fuera del torneo de la Copa “Simón Bolívar”.
Los dirigentes del equipo minero, fueron los que más lograron incorporar gente al primer equipo, ilusionados con llegar a campeonar y acceder al seno de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
31 JUGADORES
Con los jugadores que habían logrado el título y las nuevas incorporaciones, sumaron 31 que se pusieron a las órdenes del técnico Ramiro Vargas, contratado para este fin de conseguir el título.
Jugadores de vasta experiencia, llegaron al plantel del cuadro “verde”, entre los que sobresalían Diego Vejarano, Roly Sejas, el golero Juan Carlos Robles, Edwin Alpire, Norman Cardozo, Cristhian Machado, Gustavo Maurcio Aguirre, Rómulo Alaca, la mayoría estuvieron en la Liga del Fútbol Profesional.
Entre los extranjeros: los brasileños Murilo Luis Cazagrande, Williams Gomes, el paraguayo, Néstor Chippite, el argentino Roque Benjamín Juarez, que se desempeña como arquero.
SOLO CANTIDAD
Pero la realidad fue otra, hubo cantidad pero no calidad, muchos de ellos no funcionaron en el plantel y los resultados fueron esquivos a la hora de la verdad, muchos de ellos habían terminado con su ciclo futbolístico.
Ramiro Vargas, el técnico contratado para esta emergencia, jamás pudo armar un equipo que se hiciera sentir dentro de la cancha y cuando le tocó más que todo enfrentar a los equipos de Cochabamba y La Paz, se pudo apreciar más debilidades que fortalezas.
Cuando salió de la ciudad para jugar en otros escenarios, la pobreza de fútbol que exhibió fue conmovedora, en un equipo que había realizado un trabajo ferviente para poder armar un plantel de jugadores para alcanzar la cima del campeonato y poder ascender a la Liga del Fútbol Profesional.
Empero todo quedó en una promesa que no se cumplió, donde estuvo la falla en la falta de actitud y capacidad en los jugadores, muchos de ellos habían cumplido con su ciclo o simplemente vinieron a la aventura.
Quizás el técnico no pudo en definitiva conseguir un patrón de juego y armar un equipo que responda a la exigencia del campeonato, vino el vértigo por la cantidad de jugadores, pero la verdad es que fue el fracaso del campeón orureño.
EXPERIENCIA
El no haber llegado a la meta que se propusieron los dirigentes, para lo cual se invirtió bastante dinero que sirva de experiencia, entendemos que hubieron contrataciones precipitadas y falta total de conocimiento y asesoramiento, muchos simpatizantes eran del parecer que era mejor mantener el equipo que había salido campeón y conseguir algunos refuerzos claves y lo que se hizo fue desamar al conjunto que al final tuvo que soportar los malos resultados.
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