A mediados de 2010, la Asociación de Fútbol Cochabamba (AFC) ingresaba en una de sus más grandes crisis institucionales, pues hubo una división dirigencial, lo que ocasionó que “existiera” un lado disidente y una “pelea” por ser reconocidas por las entidades correspondientes.
A ocho años y medio, el problema parece tener un final cercano, pues la Asociación, ahora dirigida por Víctor Vargas, recibió el reconocimiento pleno de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), dando “por terminado” el conflicto con el lado disidente donde actuaba Jhonny Villarroel.
“Salió una resolución. Ahora, invitamos a todos los equipos de ese lado a incorporarse a la AFC. Estamos en la capacidad de albergarlos”, dijo Vargas, titular de la AFC.
Añadió que, con la resolución de la FBF, harán la representación al Servicio Departamental del Deporte (Sedede) para volver a utilizar las canchas auxiliares del estadio Félix Capriles, como se desarrollaba hace varios años.
En el caso de la sede de la calle Ecuador (las oficinas ahora están en la calle 16 de Julio, en alquiler), Vargas manifestó que se hará conocer a las instancias judiciales este reconocimiento por parte de la FBF para que se acelere el “proceso de devolución” de “la casa del fútbol valluno”.
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