martes, 27 de noviembre de 2007

Guabirá • El plantel se trasladó ayer mismo hacia Cochabamba

La concentración y la aclimatación serán los pilares de Guabirá en esta semana para llegar cien por cien preparados a la tercera final de la Copa Simón Bolívar, que fue pactada para el sábado (15:30) en el estadio Félix Capriles de Cochabamba. Luego de caer ayer en Potosí, los rojos se transportaron inmediatamente al valle para instalarse en su nuevo cuartel general y pulir detalles para el duelo más importante y decisivo de esta campaña.
Guabirá y Nacional Potosí llegarán a Cochabamba con cero puntos y con cero goles de diferencia, y se medirán en un campo considerado neutral. El ganador tendrá como premio su ascenso a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano y el perdedor deberá enfrentarse en dos partidos a Aurora.
Al finalizar el partido de ayer, los jugadores de Guabirá expresaron más su decepción por la actuación del árbitro Iván Gamboa, que por la derrota. “En este tipo de situaciones el grupo se hace fuerte y aguerrido. En Cochabamba la historia será diferente”, dijo Elvis Godoy, un paraguayo clave en la zaga. Ayer y tras el final, el plantel ingresó al camerino en un silencio que contrastó con la algarabía de los de Nacional Potosí, pues los jugadores locales festejaron y bailaron al ritmo de una ruidosa cumbia el triunfo. “Logramos el primer objetivo”, dijo Ronald Puma, uno de los volantes.
Fueron pocos los jugadores cruceños que se animaron a hablar con la prensa y, minutos después, salieron escoltados por la Policía. En ese momento recibieron una información de la dirigencia de Guabirá, que cambió completamente el norte de lo planificado por el plantel. En lugar de regresar a Sucre y volar hoy hacia Santa Cruz, decidieron transportarse anoche vía terrestre a Cochabamba, sede del partido definitivo del sábado.
El objetivo es adaptarse al clima cochabambino, alejarse de la presión, concentrarse en su trabajo, pulir los detalles en el mismo lugar que jugarán, e incluso acostumbrarse al césped del Félix Capriles; en síntesis todo lo que sirva para llegar a la final en las mejores condiciones posibles.
Para los futbolistas, el cuerpo técnico y algunos dirigentes, esta última parte de la Simón Bolívar será una travesía tomando en cuenta su experiencia en Sucre, el sábado pasado, y que retornarán a casa después de una semana, como héroes o villanos, tras recorrer tres departamentos. Los de Guabirá salieron de Santa Cruz el sábado 24 rumbo a Chuquisaca, lugar del que no pudieron salir el domingo por los conflictos sociales que dejaron bloqueadas todas las carreteras, entre ellas la que conduce a Potosí.
Así se suspendió el partido por 24 horas y recién ayer el equipo norteño viajó topándose en su camino con las pruebas del grave conflicto que terminó con la muerte de tres personas.
A la salida de Sucre el camino estaba plagado de llantas quemadas, que eran evadidas por el chofer del bus, mientras que en el interior del mismo el ánimo de los chicos se traducía en bromas y cánticos aguerridos. Así llegaron a Potosí, donde no pudieron cumplir su primer objetivo, pero el fin de semana pondrán en juego más que un resultado. “Esperamos terminar festejando en Cochabamba. Vamos a entregarnos al máximo para regresar a Montero con el título y alegrar a la gente”, dijo el capitán del equipo, Gilberto Ayala.

Guabirá con cuatro bajas
El partido de ayer en Potosí dejó un saldo de cuatro bajas en Guabirá para el choque del sábado en el Capriles. No estarán, tras haber acumulado su segunda tarjeta amarilla, los volantes Roly Sejas, Ronald Justiniano y el atacante Elvis Uriona. A ellos se suma Marco López, que ayer fue expulsado.
Situación diferente a la de su rival potosino, que pese a tener seis jugadores con una amarilla antes del partido, llegará con equipo completo al encuentro. La instrucción del técnico Víctor Hugo Andrada para el arquero Marco Moncayo, los zaguero Alejandro Demiquel y Félix Candia; el volante Ernesto Cabello y los laterales Aldo Almazán y Germán Villada fue de cuidarse de las amarillas y cumplieron.
Pese a las bajas obligadas, los azucareros no se hacen drama ya que por Ronald Justiniano es probable que ingrese Freddy Chispas, y por izquierda, en vez de López, vaya José Luis Subirana, que ayer jugó por ese sector.
Además de Chispas, hoy se unen al equipo en Cochabamba Richard Franco, Tomohito Irasawa y Eloy Rodríguez. El plantel llegó por la madrugada y, tras un descanso, hoy hará un trabajo regenerativo.

Los técnicos

Les dije a los chicos (Nacional) que para este tipo de partidos no vale jugar bonito, pero sí ganar y así lo hicieron
Víctor Hugo Andrada / Dt de Nacional Potosí

Nosotros podemos definir el título en cualquier lugar, pero si nos van a poner un árbitro como Gamboa ya estamos eliminados
Ricardo Fontana / Dt de Guabirá

Tiro libre

Recordaron al ‘cabezón’
Antes del inicio, los dos equipos y los 8.000 hinchas del estadio Potosí brindaron un homenaje a la memoria de Óscar Sánchez, que falleció el pasado viernes. El tradicional minuto de silencio se realizó bajo una débil llovizna.


Habló demasiado
El árbitro discutió con los jugadores, con los técnicos, los suplentes e incluso con el público. Los medios radiales locales criticaron al juez por hablar demasiado en cancha, pues exageró queriendo imponer las reglas.

Pelotazos al cielo
Intencionalmente y por estrategia, varios jugadores de Guabirá tiraron algunos pelotazos al cielo y como el estadio Potosí es chico los balones se salieron del escenario. Fue una forma de ganar o perder tiempo, como se entienda mejor.

Había confianza
Durante el viaje de Sucre a Potosí, los jugadores de Guabirá mostraban plena confianza de que ayer se definiría el título. No lo pudieron lograr, aunque anticiparon que en Cochabamba la historia será diferente.

Pleno resguardo

Full seguridad
La delegación roja fue recibida por un considerable contingente policial, que la escoltó hasta su ingreso al estadio Potosí. Las calles también estaban inundadas de aficionados que intentaban entrar. Pero en el interior de la cancha la seguridad es dudosa, porque los jugadores están separados de las graderías por una malla de dos metros.

Maldonado, candidato
El árbitro para la tercera y última final puede ser el cochabambino Óscar Maldonado. Esto con el fin de abaratar los costos de llevar una terna de otro distrito. Además, según el presidente de la comisión nacional de árbitros, Alfonso Seligman, es difícil que Marcelo Ortubé dirija el encuentro del sábado, porque sería designado para un partido liguero.

El control será mutuo
La administración del partido final corre por cuenta de los dos clubes involucrados (Guabirá y Nacional Potosí). Los delegados de ambos equipos deben reunirse hoy en Conchabamba para definir la tarea a seguir con respecto al control de las entradas, Entre tanto, la FBF aseguró que brindará el apoyo policial para los dos planteles.

La figura

Nicolás Canalis
El volante fue el hombre más desequilibrante y veloz de Nacional Potosí e hizo una importante sociedad de ataque con Ronald Puma, Saúl Montoya y Ernesto Cabello. Arrastró a todo su equipo al frente y realizó varias habilitaciones precisas. Además, anotó el primer gol del equipo local, lo que dio tranquilidad a sus compañeros en un momento determinante (estaban 0-0). Luego sus compañeros mejoraron y él salió aplaudido por la hinchada.

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