Fraternidad Tigres es la sensación del torneo de Primera A de la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP). Lleva seis partidos jugados y todos los ha ganado. Y aunque es aún temprano, porque falta mucho por jugar, ya se ha anotado como uno de los favoritos para alcanzar el título y lograr la clasificación a la Copa Simón Bolívar.
No se trata, sin embargo, de un club con grandes recursos. Al contrario. Su planilla mensual no sobrepasa los 15.000 bolivianos, que sirven para pagar sueldos del “cuerpo técnico” y de los jugadores, además de otros gastos. Se entrena todos los días en una cancha de tierra, salvo una vez a la semana, cuando alquila una de césped en Alto Irpavi para llevar adelante el ensayo más importante.
Su entrenador, Jaime Jemio Pardo, cumple doble función, porque a la vez es el preparador físico, pues el club no tiene plata para contratar a otro profesional en el rubro.
Ésas y otras limitaciones no han sido obstáculo para que Fraternidad Tigres arrase desde el comienzo con sus rivales y comande con claridad la tabla de posiciones, sin que hasta ahora se haya tropezado con algún equipo capaz de hacerle frente.
“La diferencia está en el trabajo que hacemos y en el objetivo que nos hemos trazado. No descuidamos aspectos que están a nuestro alcance. Además, tenemos un equipo cuyo promedio de edad es de 24 años, es decir, casi estamos en el tope del límite (26), lo que hace que los jugadores se sacrifiquen, porque saben que quizás ésta sea su última oportunidad para ganar un título y clasificarse a un torneo como la Copa Simón Bolívar”, según Jemio.
Para el DT, trabajar en un terreno de tierra, en Achachicala, al lado del Matadero Municipal, representa una dificultad, pero superable. Considera que si las condiciones no están dadas para algo mejor, hay que adecuarse a lo que el club tiene.
“Más allá de eso —anotó—, creo que es más importante que el equipo tenga un orden táctico, una dinámica de juego y, sobre todo, el alto espíritu de sacrificio y entrega que tienen los muchachos, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Eso es vital para estar en el lugar en el que estamos”.
El hecho de que Fraternidad Tigres esté puntero no es un detalle menor si se considera que —dice Jemio— el nivel del torneo es muy competitivo. “Hay varios planteles que tienen buen presupuesto, están respaldados y además tienen campos deportivos adecuados en los que pueden entrenarse: Litoral, Mariscal Braun, ABB, Cafetalero Caranavi y 31 de Octubre también son fuertes y quieren clasificarse a la Copa Simón Bolívar. Por eso creo que no debemos descuidarnos si queremos llegar al objetivo trazado”.
El conjunto “atigrado” aspira a clasificarse a la Copa Simón Bolívar, pero no quiere pensar qué vendrá después. Es decir, aún no se ilusiona con ser campeón de este torneo nacional y llegar a la Liga.
“Debemos ir paso a paso, resta mucho por jugar. Tenemos que apuntar a seguir creciendo y mejorando. Después, si nos clasificamos a la Copa, ya pensaremos en ello. La experiencia me dice que hay que ir con pies de plomo. En 2007 ya estuve al frente de este equipo y peleamos por ingresar en la etapa final del torneo, estuvimos en los primeros lugares, pero una derrota ante Ferroviario nos truncó todo. Hay que ir con cuidado”.
El pasado sábado, Fraternidad Tigres obtuvo su sexto triunfo al hilo. Le hizo cuatro a Cafetalero Caranavi, otro equipo que comenzó bien el certamen. Con 18 puntos (puntaje perfecto), lidera la tabla de posiciones, tiene 26 goles a favor y ocho en contra. Sin embargo falta mucho, aunque por el momento es la sensación del campeonato.
15.000 bolivianos es el presupuesto mensual de Fraternidad Tigres, que se invierten en salarios del cuerpo técnico y jugadores, refrigerios, derechos de cancha y otros rubros menores.
Mirada “atigrada”
EL CLUB
Fraternidad Tigres es un club fundado el 25 de diciembre de 1967 por la familia Nina Fernández y algunos amigos de ésta. Desde entonces interviene en los torneos de la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP), en diferentes categorías. Por primera vez ascendió a Primera A en 1999, pero un año después perdió la categoría. Ha vuelto a ésta en 2005.
SU PRESIDENTE
Saúl Nina Fernández, un administrador de empresas, es el presidente de Fraternidad Tigres. Él y otros diez socios se encargan de dirigir al club, que representa a la ciudad de El Alto, aunque no recibe a cambio ningún beneficio.
EL TÉCNICO
Jaime Jemio Pardo nació en La Paz, el 16 de marzo de 1967. Está casado con Fabiola Camacho. Trabajó durante diez años en la Academia del Balompié Boliviano (ABB), así como en Hiska Nacional junto con Sergio Apaza. Dirigió a White Star y 16 de Julio, a los que ascendió a la Primera B. También integra el cuerpo técnico de divisiones menores de Bolívar.
EL PLANTEL
Tiene una plantilla conformada por 22 jugadores, de los cuales algunos son juveniles.
Asimismo, tres futbolistas saben lo que es jugar en la Liga, pues tienen pasado en algún club liguero. Carlos Guardia (ex The Strongest), Mike Montaño (Iberoamericana, Bolívar y San José) y Hugo Robles (Iberoamericana).
La nómina completa de Fraternidad Tigres es la siguiente:
Arqueros: Germán Villarroel y Jorge Méndez.
Defensores: Carmelo Justiniano, Marcelo Bracamonte, Ronald Ayala, César Cornejo, Hugo Robles, Rafael Monzón y Martín Contaja.
Mediocampistas: Enzo Vizcarra, Carlos Carrasco, Mike Montaño, Jorge Zapata, Limbert Laura y Gróver Callisaya.
Delanteros: Marco Lupa, Ariel Gadea, Carlos Guardia y Dioni Cuno.
Sub-18: Igor Ovando, Ernesto Linares y Luis Viscarra.
Representa a El Alto, pero...
Desde el año 2000, Fraternidad Tigres representa a la ciudad de El Alto. En aquella temporada fue suscrito un convenio con el Gobierno Municipal alteño, que jamás se ha cumplido, pues a cambio debía recibir apoyo económico y facilidades para utilizar campos deportivos para
entrenarse.
“Nada de ello ha ocurrido. Aunque representamos a El Alto, no nos beneficiamos con nada”, confirmó Saúl Nina Fernández, el presidente del club.
En todo caso, en esa ciudad funciona una escuela de fútbol de la entidad para categorías infanto-juveniles, que participan en los torneos de El Alto.
El dirigente sostiene que si su club se clasifica a la Copa Simón Bolívar de este año, pedirá que Fraternidad Tigres juegue sus partidos en el estadio alteño, que tiene césped
sintético.
“Ésa es nuestra intención, aunque no faltan personas que se oponen. Ojalá que si logramos el objetivo las autoridades nos presten su cooperación”.
Como todo dirigente que aspira a ver más grande a su club, admite que un sueño es verlo en el seno de la Liga, pero también asegura que hay que ver la realidad.
“Ascender a la Liga sería algo muy bueno, forma parte de los objetivos, pero hay que ir paso a paso. No nos olvidamos que para afrontar otros desafíos las condiciones deben ser otras, y nosotros de momento no las tenemos”.
Por lo pronto “queremos ganar el torneo paceño, luego participar en la Copa Simón Bolívar. Hasta ahí ya veremos cómo planificamos todo. Tenemos otros diez socios con los que estamos dispuestos a afrontar ese certamen. Luego, ya veremos”.
La frase
Es más importante que el equipo tenga un orden táctico, una dinámica de juego y, sobre todo, el alto espíritu de sacrificio, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Eso es vital para estar en el lugar en el que estamos”.
Jaime Jemio Pardo
DT de Fraternidad Tigres