domingo, 29 de abril de 2007

CUESTION DEL SILALA


ANTECEDENTES
El río Silala penetra en Chile desde Bolivia a cuatro kilómetros al sur del cerro Inacaliri, ubicado a unos trescientos kilómetros de Antofagasta sobre la frontera y posteriormente corre unos cinco kilómetros hasta llegar como afluente del río Inacaliri, al cual surte con un caudal total de 250 lts/seg. Las aguas del río son recolectadas en un reservorio de decantación y pasan por tubería a otro ubicado en territorio chileno para ingresar finalmente al sistema de agua potable de Codelco- Chuquicamata y de la empresa de servicios sanitarios de Antofagasta ESSAN.
A. El 21 de Junio de 1908, la empresa inglesa The Antofagasta- Bolivia Railway Company Limited solicita a la prefectura del departamento de Potosí, la concesión del uso de las aguas del río Silala o Siloli con el propósito de servir para el abastecimiento de las máquinas del ferrocarril en el tramo Antofagasta- Oruro. Esta concesión de aguas es adjudicada el 07 de septiembre de 1908 e inscrita en las oficinas de derechos reales con el N° 3 del libro 2° de la provincia Sud Lípes. En 1961 la compañía privada Antofagasta, cambio sus máquinas a vapor por máquinas diesel, transfiriendo el uso de esta agua al Estado chileno.
B. En junio de 1997, el gobierno del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Losada, revoca la concesión existente desde 1908 a la empresa inglesa The Antofagasta- Bolivia Railway Company Limited, (actual grupo Luksic) y Codelco, por considerar que el agua no era usada para los fines que fueron otorgadas. El gobierno altiplánico expresó así su malestar por el uso que la compañía había dado al agua sin pagar nada a cambio. Ante lo cual la compañía señala que la concesión había sido otorgada a título gratuito y sin limitación alguna, salvo reservar un tercio del agua para Bolivia, tercio que nunca les había interesado ocupar, por no existir asentamientos humanos importantes en un radio de 70 kilómetros.
C. Posteriormente, se desarrollaron una serie de reuniones entre empresarios y personeros bolivianos en la zona fronteriza concluyendo que la empresa en cuestión, no capta agua en Bolivia sino en Chile lo hace en virtud de los derechos que tienen en este país desde 1906 y que el agua es recogida en territorio chilenos específicamente a 36 mts. del LPI.
D. En 1996 el entonces Canciller boliviano ARANIBAR, reconoce que "el Silala es un río que tiene su origen en una vertiente que brota al pié del cerro del mismo nombre en Bolivia e ingresa posteriormente a Chile, y que Bolivia es dueña del curso superior de ese río y Chile del curso inferior". En esa oportunidad una Comisión Mixta levanta un Mapa oficial en que se demuestra que la canalización del Silala se encuentra en territorio chileno y en consecuencia no hay ningún desvío de aguas. Así queda confirmada además, por los trabajos de campos realizado por ambos países en los años 1992,1993 y 1994
E. En el marco de la IX Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas, el vicecanciller boliviano Fernando MESSNER, manifiesta al subsecretario de RR.EE de Chile Mariano FERNANDEZ, que "el Silala no es un río, sino 94 ojos de agua canalizados artificialmente hacia Chile". El subsecretario FERNANDEZ replica que había una discrepancia respecto de las opiniones manifestadas previamente por el gobierno boliviano.
F. El pasado martes 25 de Abril 2000, la empresa boliviana DUCTEC SRL, firma un contrato a través del cual la Superintendencia de Aguas de Bolivia, la facultad para aprovechar por el período de 40 años, las vertientes del río Silala o Siloli adyacentes al cerro del mismo nombre y ubicados en el cantón Quetena de la provincias Sud Lípes, en el departamento de Potosí.
G. El 03 de Mayo, el gobierno de Chile anuncia que convocará al Consejo de Política Exterior, para tratar el tema de las relaciones con Bolivia.
H. A la fecha, en la zona se desarrolla dos proyectos económicos de importancia:
1.- Mina de Plata "SAN CRISTOBAL, de propiedad de la compañía estadounidense Andean Silver Corporation y ubicada en distrito de San Cristóbal, provincia de Nor Lípes del departamento de Potosí a 90 km. Al sur de Uyuni. Cuenta con reservas estimadas de 14 millones onzas de plata, 132.000 toneladas de zinc y 39.500 toneladas de plomo. Esta empresa ha proyectado operaciones de producción en un lapso de entre 15 y 20 años, operaciones que requerirán de 75 Mw para su funcionamiento al año 2002.
2.- Planta geotérmica "LAGUNA COLORADA", de propiedad de la empresa estadounidense Unocal Geothermal Ventures y ubicada en la provincia de Sud Lípez a 12 km. de la frontera con Chile y a 340 km. al sudeste de Uyuni. Cuenta con 6 pozos geotérmicos y necesita una inversión de US $ 30.000.000 millones de dólares para alcanzar una producción inicial de 50 Mw con posibilidades de ser incrementadas a 120 Mw, si se adjudican el contrato de la mina San Cristóbal. En caso contrario retendrían los yacimientos para usufructo con fines de turismo por el lapso de 10 años.
I. Respecto de la presencia de fuerzas militares en la zona, Bolivia desde el año 1996 ha desarrollado un programa de reforzamiento de la vigilancia fronteriza en el sector N°3 del denominado Teatro de Operaciones frente a chile, sobre la base de pequeñas unidades de infantería en la zona comprendida entre el poblado de Chiguana y Zapaleri, al norte del límite tripartito con Argentina.

SITUACION GEOGRÁFICA
Geográficos
Las vertientes del Silala pertenecen al Cantón Quetana de la provincia Sud Lipez del departamento de Potosí. Se encuentran en una hoyada en el cerro Cabana (volcán apagado), ubicada entre los hitos 73 y 75 a más de tres kilómetros dentro el territorio boliviano.
Históricos
En septiembre de 1908, el prefecto interino de Potosí, René Calvo Arana firma la concesión de las aguas del Silala a favor de la empresa The Antofagasta and Bolivian Railway Company Limited. Actualmente ferrocarril Antofagasta-Bolivia, con escritura No. 48, amparado en la Ley de Aguas de 1906, con el único objeto de alimentar los calderos de vapor de sus locomotoras. Con posterioridad, el 14 de marzo de 1997, el prefecto de Potosí, Omar Manzano, mediante Resolución Administrativa Nº RA 71/97 y elevada a rango de Decreto Supremo por el Poder Ejecutivo Nº24660 de 20 de junio de 1997, revocó la concesión antes referida. Mediante Decreto Supremo de fecha 30 de agosto de 1999, el gobierno nacional encomendó a la Superintendencia de Aguas proceder a la licitación pública nacional para otorgar la concesión del uso y aprovechamiento de las aguas manantiales del Silala, para fines de comercialización y/o exportación, adjudicada el 25 de abril de 2000 a la empresa DUCTEC.
Hidrogeológicos
El Silala es una cuenca hidrográfica que comprende 94 manantiales activos y abarca 70 kilómetros cuadrados. Los manantiales no forman ningún río, pues son ojos de agua que afloran a la superficie sin circular a ningún lado.
Los 94 manantiales de agua son colectados por canaletas de cal y piedra, que hacen un recorrido de 2.500 metros y se reúnen con otro canal similar (este canal de menos de un metro de ancho, aún dentro de territorio boliviano en un depósito llamado primera toma, que se ubica a 600 metros de la línea fronteriza, de esta toma sale una cañería de 12 pulgadas que cruza la frontera y se interna 10 kilómetros dentro de territorio chileno.
Caudal y deuda histórica
De acuerdo a estudios, el caudal histórico promedio del Silala es de 300 litros por segundo.
Considerando el caudal histórico como referencia se tendría:
9.460.800 m3 y 1.892.160 $us año
851.472.000 m3 = 170.294.400 $us en 90 años

POSICIÓN DE AMBOS PAISES
A. BOLIVIA
1. El gobierno boliviano sostiene la tesis de que el río Silala no es un río, sino afluentes que han sido canalizados para aprovechamiento de chile y que desde 1962, sus aguas han servido a un propósito distinto al original. Por esta razón y en virtud y en virtud de lo dispuesto por la Constitución de la República, que limita el plazo de las concesiones a 40 años, procedió a caducar la concesión a favor del Ferrocarril Antofagasta- Bolivia sucesor de The Antofagasta- Bolivia Railway Company Limited.
2. El 25 de Abril de 2.000, Bolivia adjudica unilateralmente y por la suma de US $ 46 millones de dólares, la concesión para explotar por un período de cuarenta años, "todas las áreas de influencia hídrica que comprende los manantiales del Silala" a la empresa boliviana DUCTEC SRL.
3. El 28 de Abril de 2.000, el Canciller Javier MURILLO declara que "Bolivia defenderá ante los tribunales que correspondan, los derechos que tiene sobre los afluentes de las aguas del Silala".
4. En otro ámbito, tanto el gobierno local del Departamento de Potosí como diversos sectores políticos, han asumido la tesis de que "el uso indebido de las aguas requiere una compensación retroactiva estimada en US $ 2.000 millones de dólares". Tesis que no ha sido oficialmente avalada por el gobierno de BANZER.
B. CHILE
1. El gobierno chileno ha manifestado que el aprovechamiento de dichas aguas, es una situación establecida a favor de particulares, de manera que es con ellos con quienes las autoridades bolivianas deben discutir el tema y no con el gobierno de Chile. Por lo tanto cualquiera controversia jurídica debe ser resuelta por los tribunales competentes de acuerdo a la legislación de fondo aplicable de acuerdo al Derecho Internacional Privado Contenidas en Tratados o Convenciones vigentes.
2. Ante el anuncio público del contrato de concesión, el Ministerio de RR.EE reiteró que la posición oficial del Gobierno de Chile en el sentido que el río Silala "constituye un recurso hídrico internacional compartido", de acuerdo a lo refrendado en Notas con fechas 20 de mayo de 1999, 15 de septiembre de 1999, 14 de octubre de 1999 y 03 de diciembre de 1999. En consecuencia, este contrato boliviano de concesión sobre las aguas, desconoce los derechos de la República de Chile sobre el río Silala y por ello carecen de efectos todas las acciones que en virtud de él se desprendan ejercer afectando los derechos de nuestro país.
3. Chile reitera al gobierno de Bolivia, las invitaciones extendidas a fin de entablar un diálogo bilateral que permita un entendimiento al respecto.







POSIBLES ACCIONES DENTRO DEL GOBIERNO DE CHILE Y BOIVIA
Si Bolivia cierra las aguas del Silala a Chile habrá un conflicto armado
Bolivia Hoy
El país debe tener mucha cautela y tino diplomático para solucionar con Chile el problema de la explotación de las aguas del Silala, porque los chilenos harán todo lo posible por apoderarse de ese recurso natural y nunca admitirán que el país es el legítimo propietario del líquido elemento que mantiene y da vida a la minería y a la población del norte de la nación vecina.
Si bien del Silala no fluyen grandes cantidades de agua, ese líquido es necesario en Chile para el consumo humano y de su industria, por lo que para ellos no contar con esas aguas sería extremadamente grave.
A esa conclusión llegó el diputado y miembro de la Comisión de Política Internacional de la Cámara de Diputados, Eloy Luján, luego de elaborar junto a sus colegas de esta instancia legislativa un amplio informe sobre los intereses chilenos por las aguas del Silala.
El parlamentario no dudó un instante en advertir que si Bolivia decide evitar que las aguas del Silala sigan siendo transportadas de manera artificial a territorio chileno, éstos no vacilarán en recurrir incluso a la confrontación bélica para tener derecho sobre el líquido elemento porque de este recurso natural depende todo el norte de Chile.
Para Luján los chilenos tienen mucho interés y sobre todo necesidad de utilizar las aguas del Silala y para ello serían capaces de hacer cualquier cosa. « No por nada se ha dicho que las aguas del Silala podrían ser la causa de una contienda bélica, que sería realmente grave para el país », dijo.


El agua y las relaciones con Chile
De acuerdo al informe y conclusiones presentadas por la Comisión de Política Internacional de la Cámara de Diputados, Chile siempre ha tenido la necesidad del agua del Silala no sólo para el consumo humano sino fundamentalmente para su industria minera. La carencia del líquido elemento sobre todo en el norte chileno ha hecho que ese país explote de manera injusta y arbitraria las aguas del Silala.
Las aguas del Silala son explotadas por los chilenos con el argumento de que se tratan de aguas de curso internacional, cuando Bolivia ha comprobado con todos los argumentos técnicos posibles lo contrario.
Luján explicó que las aguas del Silala provienen de manantiales, que son explotadas por los chilenos desde 1908 gracias al desvío de los ríos Lauca y Mauri.
Hizo notar que el tema del agua era parte incluso del tratado de libre comercio, pues a eso apuntaba la decisión de que técnicos chilenos iban a evaluar el caudal, la riqueza y el potencial acuífero que tiene el país en los departamentos de Potosí y Oruro con el único fin de tener una información completa del líquido elemento que podría explotar en el futuro en beneficio propio.
Advirtió que Chile permanentemente ha perseguido apropiarse de las aguas del Silala, bajo intenciones aparentemente sanas y de beneficio tanto para Chile como de Bolivia. En 1908 se firmó un convenio de utilización o explotación de esas aguas para uso de las locomotoras que funcionaban en esa época. « Hace mucho tiempo que los trenes han dejado de usar esas aguas y por eso el convenio de 1908 debió quedar sin efecto », hizo notar Luján.
Recomendó tratar el tema con mucho cuidado y cautela porque históricamente ese país siempre ha demostrado su ambición expansionista, avasalladora y abusiva.
Grave
En criterio de Luján lo grave y peligroso está en que los chilenos están convencidos y seguros de que tienen derechos legítimos sobre las aguas del Silala, pese a que Bolivia ha presentado pruebas fehacientes, objetivas y verificables de que Bolivia es la única propietaria del líquido elemento que existe en esa zona de la frontera entre ambos países.
El parlamentario mostró que una de las pruebas de que las aguas del Silala no son parte de un río de curso internacional, es que en el lugar existen trabajos de mampostería para llevar las aguas hacia un ducto que conduce el líquido elemento hacia territorio chileno. « Con eso está claramente demostrado que las aguas del Silala son conducidas a Chile de manera artificial y no por obra de la naturaleza como ellos indican », anotó.
Chile sin agua
Si bien del Silala no fluyen grandes cantidades de agua, pues el término medio del caudal es de 200 a 250 litros segundo, está claro que ese líquido elemento es enormemente necesario para Chile para el consumo humano y de su industria, por lo que para ellos no contar con esas aguas sería extremadamente grave.
En ese marco Luján está seguro de que si en algún momento el gobierno boliviano se atreve a cerrar el paso de las aguas del Silala a territorio chileno, sería el punto de inicio para que Chile propicie acciones bélicas contra el país. « Tenemos que tener la seguridad de que si en su momento evitamos que sigan explotando las aguas del Silala estaríamos frente a un conflicto armado », acotó.
Por ello hizo notar que el Gobierno « no tiene los pantalones » para exigir a Chile el pago por el uso de esas aguas con el advertido de cortar el paso provocado de manera del agua a su territorio. « Chile no quiere pagar nada porque dicen que son aguas de un río de curso internacional », observó.
La Comisión de Política Internacional de Diputados hace notar que lamentablemente el país no tiene una política clara de negociación diplomática con Chile, pues permanentemente se han cambiado las estrategias en torno a este tema.
Diputados rechazan arbitraje internacional sobre el Silala
El conflicto internacional que mantiene Bolivia con Chile sobre las aguas del Silala emerge nuevamente en el ambiente político nacional. La Comisión de Política Internacional de la Cámara de Diputados denunció que existen actitudes de parte del Ejecutivo, que hacen sospechar de posiciones nada favorables para el país y muy condescendientes con el reclamo chileno sobre sus derechos de uso de las aguas del Silala. Para esa instancia parlamentaria el Silala no es un río de cauce internacional, como asegura Chile, sino un conjunto de manantiales cuyas aguas han sido captadas arbitrariamente por los chilenos, avasallando la soberanía nacional. La Comisión de Política Internacional de la Cámara de Diputados sostiene que por concepto de uso de las aguas del Silala durante 90 años, Chile debe al país más de 170 millones de dólares. El diputado y miembro de esta comisión, Eloy Luján, explicó que Bolivia bajo ningún concepto debe permitir un arbitraje internacional en torno al conflicto que mantiene el país con Chile sobre las aguas del Silala, porque sería como dar la razón a los chilenos en un tema en el que no hay nada que discutir ni dirimir, porque los manantiales están dentro del territorio nacional. Luján explicó que en la Comisión de Política Internacional de Diputados hay una gran sospecha de que el Ejecutivo no tiene ningún interés por resolver el problema del Silala, y peor aún de que existe un sentimiento pro chileno en relación a este tema casi centenario. Argumentó sus sospechas indicando que, primero, desde altas esferas del Ejecutivo se orquestó la suspensión del viaje que tenía programado la comisión para este primero de octubre al Silala para inspeccionar "in situ" los manantiales y, segundo, el canciller Carlos Saavedra Bruno expresó que este conflicto con Chile debería solucionarse por la vía de un arbitraje internacional, dando a entender que Chile puede tener algún derecho sobre las aguas del Silala.
Estrategia
Por la importancia y significación que tiene el Silala para Bolivia, pues está en juego la soberanía nacional, la Comisión de Política Internacional considera que este tema debe considerarse como política de Estado, a la que concurran los distintos poderes y que suponga una concertación porque de lo contrario, si la acción es exclusivamente gubernamental, la posición nacional estará constantemente debilitada.
Intensas negociaciones
Chile y Bolivia están negociando intensamente sobre el tema del Silala, dijeron a Tierramérica fuentes de la Cancillería chilena y del consulado boliviano en Santiago. Según los informantes, existiría un "pacto de caballeros" de no hablar sobre dichos acercamientos.
Una solución al tema Silala constituiría un aporte para el derecho internacional. Ambos gobiernos no han desestimado incluso el camino de un arbitraje. "Yo no me asustaría por la idea de un arbitraje internacional porque es un procedimiento normal cuando las diferencias son insalvables en el diálogo directo. Pero creo que es posible encontrar una salida a mitad de camino", declaró a la prensa chilena el cónsul general de Bolivia en Santiago, Gustavo Fernández.
La canciller chilena, Soledad Alvear, ha dicho que Chile espera que el tema del Silala "se solucione a través del diálogo bilateral. Si no ocurre nos tendremos que poner frente a otros escenarios, entre los cuales el arbitraje podría ser uno de ellos".
"Cuando dos Estados deciden someter una controversia a arbitraje, entregan a un tercero el poder de decidir el litigio por medio de una decisión jurídicamente vinculante. Los países deben prepararse a aceptar una sentencia, cualquiera sea el resultado. Por ello, el arbitraje o el arreglo judicial es en general resistido. Pienso que Bolivia y Chile deben explorar primero la posibilidad de un arreglo aceptable para ambas partes", opina Fuentes.
La escasez de agua ha sido fuente de controversias, litigios y guerras. La posibilidad de una futura confrontación de grandes dimensiones debido a la carencia de agua no es una ocurrencia pesimista.
Los especialistas sugieren varios temas para la mesa del debate global: una política mundial de manejo de recursos hídricos, un mayor desarrollo técnico para reciclar el agua contaminada proveniente de procesos industriales y, sobre todo, la formación de una conciencia colectiva sobre el derecho de todos los seres humanos al agua, es decir, a la vida.
POSIBLES SOLUCIONES
El agua en una economía de mercado
En la larga y estrecha geografía chilena, el agua está distribuida de forma heterogénea. En el centro y sur -de la Cuarta a la Décima Región-, se concentra la mayor cantidad del recurso. En cambio, el norte es una zona donde el agua escasea; allí se extiende el desierto de Atacama, el más seco del mundo.
En general, de la Cuarta Región hasta la frontera con Perú (de gran riqueza minera), la disponibilidad de agua es inferior a los mil metros cúbicos por habitante/año, cifra que está en el umbral reconocido y aceptado mundialmente como limitante para el desarrollo humano. Y hay regiones en el norte chileno que están por debajo del umbral de los 500 metros cúbicos por habitante/año.
Una posible solución sería llevar el agua del sur hacia el norte del país, pero eso no resulta tan fácil.
Jaime Muñoz, jefe del departamento chileno de Recursos Hídricos del Ministerio de Obras Públicas, explica que "como el derecho de aprovechamiento de agua está en poder e los particulares, en el fondo quien toma la decisión de qué hacer o no hacer con el agua, es el dueño particular de esa facultad. Por lo tanto, aunque el Estado desarrolle un mecanismo para llevar agua desde el sur al norte, para implementarlo deberá contar con los derechos de aprovechamiento de agua, que están en manos particulares".
Desde 1981 Chile se rige por un código de aguas, "que tiene su filosofía inserta dentro de la economía de mercado que opera en el país. Al existir derechos de agua para los particulares, ese recurso pasa a formar parte del patrimonio de las personas como un bien sujeto a transacción, como una casa o un auto", señaló el funcionario.
"El agua es un bien nacional de uso público según la ley, pero al otorgar el derecho de agua al particular, es éste quien, en la práctica, decide qué se hace o no con el agua", explica Muñoz.
En Chile, los derechos se adquieren en relación con las fuentes naturales como ríos, esteros, aguas subterráneas, vertientes, aunque éstos se ubiquen en terrenos privados. El derecho de agua, que es gratuito para el peticionario, especifica cuál es su título, donde está ubicado el punto de captación de agua y qué cantidad se puede sacar.
La excepción en la ley es el uso doméstico; cualquier persona puede cavar en su propio suelo para satisfacer su demanda.
Muñoz explica que Chile ha logrado satisfacer la demanda de agua con los recursos hídricos disponibles. Para la agricultura, Chile usa 600 metros cúbicos de agua por segundo; para agua potable, 40 metros cúbicos por segundo; para los usos mineros e industriales, otros 40 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, el desafío es satisfacer las crecientes nuevas demandas, fundamentalmente en minería y agua potable en el norte; y riego y agua potable en el centro del país.