Varios clubes de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) se autoconvocaron a una asamblea para recuperar la “institucionalidad”, según dijeron el viernes representantes de dichos clubes. Ante esta situación la presidenta de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), Lily Rocabado, expresó que esa convocatoria carece de validez y que la tiene sin cuidado.
El documento lo firman nueve clubes de la Primera A, ocho de la Primera B y más de 30 de Ascenso y Menores. La asamblea fue citada para el 9 de septiembre (14:00), en la sede de Blooming.
“Toman una cantidad de clubes de la Primera A, de la Primera B y otro tanto de otras categorías. No nos olvidemos que los clubes que participaron de nuestros campeonatos en 2019 fueron 264, o sea que los que citan a una asamblea no es ni el 25% de nuestros afiliados”, expresó Rocabado.
“Son los mismos actores de siempre, los mismos que tomaron años atrás la asociación y que nos pusieron candados. Son ellos los que tienen afán de estar en la asociación, y de ser así, ¿por qué no lo hacen por medio de una elección para ver si tienen consenso como dicen?”, agregó la titular de la ACF.
Según Rocabado, los estatutos de la ACF y de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) no avalan las autoconvocatorias a asambleas y que todo debe seguir un curso regular, por eso considera que ese movimiento no tiene “sentido ni validez”.
Sobre la fecha de las elecciones en la ACF, explicó que todo se viene retrasando debido a que aún no recibieron respuesta de la FBF sobre el proyecto de estatutos de la institución, pero una vez llegue esa respuesta se convocará a una asamblea para su aprobación y luego se llamará a elecciones.
“En octubre, a fines de ese mes, o a más tardar en noviembre, considero que se pueden estar llevando a cabo las elecciones en la ACF. Nosotros no pretendemos quedarnos en la ACF ni empernarnos como dicen”, expresó Lily Rocabado.
Polémica por $us 100.000
La presidenta de la ACF también se refirió a un supuesto préstamo de $us 100.000 que la institución pidió a la FBF a principios del año pasado y en el que Pablo Salomón firma como presidente. Incluso un medio televisivo informó que el préstamo llegó mediante dos cheques girados a familiares de Salomón.
Rocabado fue contundente, dijo que esa carta es falsa. “En esa carta utilizan un logo que no es el de nuestro papel membretado. Cuando hacemos una carta ponemos el número de cite, con fechas, con mi firma y la del secretario general, Noel Montaño, además de sello y en el pie de página tiene la dirección de la ACF. Esa supuesta carta, que es falsa, también tendría que tener sello de recepción de la FBF y no tiene nada de lo que le indico”, finalizó.
domingo, 23 de agosto de 2020
lunes, 17 de agosto de 2020
La ACF cumple 103 años sin un golpe de timón
La Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) ha celebrado este lunes 103 años de vida institucional en completa inactividad. La cuarentena por la pandemia no ha permitido ningún acto conmemorativo y, hace poco, provocó la suspensión de la temporada 2020 en todas las categorías de la asociación más grande e importante del país. Santa Cruz es la principal cantera del fútbol boliviano.
La ACF fue fundada un 17 de agosto de 1917 gracias al impulso de sacerdote español Medardo Torres, que fue su primer presidente.
El ente matriz del fútbol cruceño transitó su periodo amateur hasta 1964 organizando torneos en los que fueron surgiendo numerosos clubes. Un año después, en 1965, comenzó la denominada ’era profesional’ en la primera ‘A’ con la participación de Destroyers, que fue su primer campeón, La Bélgica, Real Santa Cruz, Universidad, Guabirá, Oriente Petrolero y Blooming.
La época de mayor esplendor de la ACF se dio en la década de los años 70 y 80, cuando Édgar Peña Gutiérrez, considerado uno de sus mejores dirigentes, lideró una gestión que llevó el fútbol cruceño a los primeros planos del balompié nacional. La ACF creció en patrimonio y se convirtió en el semillero inagotable de destacados jugadores para las selecciones nacionales e incluso para apuntalar a varios clubes locales y del interior del país.
Hoy la ACF cuenta con más de 10 mil jugadores activos distribuidos en las categorías Primera A, Primera B, Ascenso (primera, segunda y tercera), Divisiones Menores y Liga Femenina.
A más de 100 años de su fundación, la matriz del fútbol cruceño se debate en una profunda crisis por la falta de un golpe de timón para corregir el rumbo en un tiempo de cambios y renovación ineludibles.
Delfo Limpias Méndez, periodista cruceño de dilatada trayectoria, considera que desde hace más de un cuarto de siglo, la ACF está venida a menos y atraviesa uno de sus peores momentos. “Hace 20 años que la ACF perdió el liderazgo dirigencial. Dejó de promover grandes jugadores y sus campeonatos no despiertan mayor expectativa porque son muy irregulares y han perdido competitividad”, dijo.
Y no se equivoca Limpias Méndez. La crisis ha tocado fondo en la ‘casa grande’ del fútbol cruceño. Sus cuadros directivos debieron renovarse, pero se han prorrogado indefinidamente en sus funciones porque la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) exige que sus asociaciones actualicen su Estatuto para después convocar a procesos eleccionarios.
La conducción de la ACF en los últimos tiempos ha sido enredada. Lilí Rocabado asumió el cargo de forma interina en 2016 tras la salida intempestiva del también interino Rony Ardaya, que renunció poco después de que tomara el mando Pablo Salomón, que se encontraba cumpliendo detención domiciliaria por supuestos actos irregulares.
Rocabado anunció hace un mes que el nuevo Estatuto está en proceso de elaboración y que en agosto se celebrarían las elecciones. Pero la pandemia dejó a la ACF sin estatuto, sin renovación, sin campeonatos y en una interminable incertidumbre.
La ACF fue fundada un 17 de agosto de 1917 gracias al impulso de sacerdote español Medardo Torres, que fue su primer presidente.
El ente matriz del fútbol cruceño transitó su periodo amateur hasta 1964 organizando torneos en los que fueron surgiendo numerosos clubes. Un año después, en 1965, comenzó la denominada ’era profesional’ en la primera ‘A’ con la participación de Destroyers, que fue su primer campeón, La Bélgica, Real Santa Cruz, Universidad, Guabirá, Oriente Petrolero y Blooming.
La época de mayor esplendor de la ACF se dio en la década de los años 70 y 80, cuando Édgar Peña Gutiérrez, considerado uno de sus mejores dirigentes, lideró una gestión que llevó el fútbol cruceño a los primeros planos del balompié nacional. La ACF creció en patrimonio y se convirtió en el semillero inagotable de destacados jugadores para las selecciones nacionales e incluso para apuntalar a varios clubes locales y del interior del país.
Hoy la ACF cuenta con más de 10 mil jugadores activos distribuidos en las categorías Primera A, Primera B, Ascenso (primera, segunda y tercera), Divisiones Menores y Liga Femenina.
A más de 100 años de su fundación, la matriz del fútbol cruceño se debate en una profunda crisis por la falta de un golpe de timón para corregir el rumbo en un tiempo de cambios y renovación ineludibles.
Delfo Limpias Méndez, periodista cruceño de dilatada trayectoria, considera que desde hace más de un cuarto de siglo, la ACF está venida a menos y atraviesa uno de sus peores momentos. “Hace 20 años que la ACF perdió el liderazgo dirigencial. Dejó de promover grandes jugadores y sus campeonatos no despiertan mayor expectativa porque son muy irregulares y han perdido competitividad”, dijo.
Y no se equivoca Limpias Méndez. La crisis ha tocado fondo en la ‘casa grande’ del fútbol cruceño. Sus cuadros directivos debieron renovarse, pero se han prorrogado indefinidamente en sus funciones porque la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) exige que sus asociaciones actualicen su Estatuto para después convocar a procesos eleccionarios.
La conducción de la ACF en los últimos tiempos ha sido enredada. Lilí Rocabado asumió el cargo de forma interina en 2016 tras la salida intempestiva del también interino Rony Ardaya, que renunció poco después de que tomara el mando Pablo Salomón, que se encontraba cumpliendo detención domiciliaria por supuestos actos irregulares.
Rocabado anunció hace un mes que el nuevo Estatuto está en proceso de elaboración y que en agosto se celebrarían las elecciones. Pero la pandemia dejó a la ACF sin estatuto, sin renovación, sin campeonatos y en una interminable incertidumbre.
martes, 11 de agosto de 2020
La ACF suspende definitivamente las competencias de 2020
La pandemia por Covid-19 les ganó el partido. La Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) resolvió suspender definitivamente los torneos de todas sus categorías en 2020. El motivo principal es el incremento de casos en el país y específicamente en Santa Cruz, el departamento con más afectados (37.392 casos).
“Se determina la suspensión definitiva de todos los torneos y campeonatos oficiales de fútbol masculino, femenino, playa y ligas provinciales”, dice parte del documento de la resolución del consejo central de la ACF. Además, especifica que quedan paralizados los torneos desde la sub-7 hasta la Primera A.
La reunión virtual contó con la presencia de 20 presidentes y delegados con derecho a voz y voto, que asumieron la determinación de forma unánime. “El consejo central se declara en emergencia para atender y tomar decisiones inmediatas sobre cualquier tema inherente a la ACF”, dice otra parte del escrito que fue publicado este martes.
El coronavirus hizo que los dirigentes clarifiquen el panorama a cuatro meses del final de la gestión, ya que las autoridades sanitarias han informado que el pico más alto de contagios de Covid-19 en el territorio boliviano se dará en septiembre y se puede extender hasta la segunda semana de octubre.
La economía también pesó
Los protocolos de bioseguridad que tendrían que implementar los clubes para retornar a los entrenamientos tienen un elevado costo. Antes de la primera práctica, los futbolistas tendrían que someterse a la prueba PCR y luego de 72 horas realizarse una segunda. El costo total sería de Bs 40.000. Así lo explica René Rivero, de la Comisión de Fútbol y Estadísticas, en un cuadro ilustrativo que realizó sobre la inversión que tendría que hacer cada uno de los clubes.
Los jugadores tienen que pasar por un test PCR por semana. Si se le realiza a 25, la cifra a pagar sería de Bs 20.000. “El monto mensual dependerá de las semanas de entrenamiento”, dice en la observación de la explicación.
En cada partido se gastarían Bs 24.000 por 30 análisis PCR y deben tener disponible cuarenta pruebas rápidas que se convierten en Bs 4.200. Los egresos se incrementarían con el material de bioseguridad.
“Se determina la suspensión definitiva de todos los torneos y campeonatos oficiales de fútbol masculino, femenino, playa y ligas provinciales”, dice parte del documento de la resolución del consejo central de la ACF. Además, especifica que quedan paralizados los torneos desde la sub-7 hasta la Primera A.
La reunión virtual contó con la presencia de 20 presidentes y delegados con derecho a voz y voto, que asumieron la determinación de forma unánime. “El consejo central se declara en emergencia para atender y tomar decisiones inmediatas sobre cualquier tema inherente a la ACF”, dice otra parte del escrito que fue publicado este martes.
El coronavirus hizo que los dirigentes clarifiquen el panorama a cuatro meses del final de la gestión, ya que las autoridades sanitarias han informado que el pico más alto de contagios de Covid-19 en el territorio boliviano se dará en septiembre y se puede extender hasta la segunda semana de octubre.
La economía también pesó
Los protocolos de bioseguridad que tendrían que implementar los clubes para retornar a los entrenamientos tienen un elevado costo. Antes de la primera práctica, los futbolistas tendrían que someterse a la prueba PCR y luego de 72 horas realizarse una segunda. El costo total sería de Bs 40.000. Así lo explica René Rivero, de la Comisión de Fútbol y Estadísticas, en un cuadro ilustrativo que realizó sobre la inversión que tendría que hacer cada uno de los clubes.
Los jugadores tienen que pasar por un test PCR por semana. Si se le realiza a 25, la cifra a pagar sería de Bs 20.000. “El monto mensual dependerá de las semanas de entrenamiento”, dice en la observación de la explicación.
En cada partido se gastarían Bs 24.000 por 30 análisis PCR y deben tener disponible cuarenta pruebas rápidas que se convierten en Bs 4.200. Los egresos se incrementarían con el material de bioseguridad.
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