Asumió un nuevo reto en su carrera como entrenador. Con el decano del fútbol, pretende llegar primero al Nacional B y luego ascender. Su objetivo es darle a la ciudad de Pagador otra plaza en la Liga.
Oruro Royal ha apostado fuerte para la temporada 2011. Quiere ganar el título del fútbol de esa ciudad para llegar al Nacional B y de allí dar el salto a la Liga. El decano del balompié nacional ha elegido a Sergio Apaza para la conducción técnica.
El estratega, quien hace unas temporadas estaba de moda en la Liga, ha decidido dar un paso hacia el fútbol de la asociación, en el que pretende aplicar sus conocimientos y experiencia en procura de cumplir el objetivo de darle a la capital de Pagador una plaza más en la primera división.
¿Desde cuándo dirige a Oruro Royal?
Desde el 17 de febrero. En realidad, me han buscado desde principios de ese mes, llegamos al acuerdo y comenzamos a trabajar.
¿Cómo se animó, puso alguna condición para hacerlo?
Lo que me ha animado es la seriedad del proyecto, porque cuando me han llamado, digamos que no estaba tan animado. Pero cuando me invitaron a Oruro para conversar, me mostraron el proyecto que el club lleva adelante desde hace un par de años. Fruto de ello es que han llegado a la semifinal de la Copa Simón Bolívar. Fundamentalmente eso es lo que me ha impulsado a venir para emprender este desafío.
Además, es Oruro Royal, el equipo más antiguo del fútbol boliviano. Y así como hemos hecho historia en La Paz Fútbol Club, que debe ser el plantel más nuevo en el fútbol boliviano, venimos con la ilusión de hacer historia acá, y aceptamos el desafío y estamos trabajando para armar un buen plantel. Creo que lo hemos hecho, estamos buscando partidos amistosos.
¿Es algo similar a lo que pasó en La Paz Fútbol Club?
A todos nos gustan los proyectos serios en el discurso, pero de pronto cuando aparece un equipo de asociación, el ego podría decir que no, pero cuando uno está firme, sólido en sus convicciones, no varía para nada. Creo que es un lindo desafío en la vida de un profesional aceptar este tipo de retos y por eso me he animado a trabajar en Oruro, porque sabemos que podemos hacer historia en esta institución.
Es obvio que las condiciones económicas no son iguales a las de un equipo liguero, ¿aun así aceptó la propuesta de Oruro Royal?
Como lo hemos dicho permanentemente, considero que lo económico está por detrás de lo deportivo, sin dejar de lado este aspecto. Entonces, en eso estoy bien, más allá de que es una cuestión personal y hasta privativa.
He venido con el mismo cuerpo técnico con el que trabajo en la Liga, yo diría que mis ayudantes ganan mejor que en la Primera División. Entonces estamos tranquilos en eso.
¿A qué está apuntando con la dirección técnica de Oruro Royal?, ¿quiere devolverle el sitial que le corresponde al club?
En el fondo, es ése el objetivo, pero hay metas en el corto plazo. La primera es armar un buen equipo. Eso lo hemos conseguido con un 70 por ciento de jugadores orureños. Yo me he sorprendido cuando he visto cuatro chicos que, para mí, deberían jugar en la Liga.
El objetivo final es llegar a la alta competencia, a la Liga, pero sabemos que tenemos que cubrir etapas, esto es paso a paso, y el primero es armar un buen equipo para la asociación, en la que seguramente vamos a tener rivales muy duros y muy difíciles.
No he venido para pasar el tiempo, he tenido muchos fracasos, porque he tenido apuestas duras, difíciles, pero también sé que no son imposibles.
¿Le gusta trabajar con equipos denominados chicos porque captan mejor el mensaje que quiere darles?
Yo creo que el jugador es igual en todas partes. Yo no distingo entre jugadores viejos y jóvenes porque hay jugadores de 30 años que parecen jóvenes y jugadores jóvenes que parecen de 30. A mí me gusta el futbolista que sea igual que yo, que sueñe con conseguir algo, con ir a la gloria.
Fíjese que yo he hecho debutar jugadores de todas partes. Por ejemplo, del San José que hemos salvado en 2005, todos han llegado a la Selección, porque todos tenían sueños.
Cada día, para mí, amanece de nuevo, cada día mi currículo está en blanco, cada día lo tengo que llenar. Eso no se va a acabar, porque el día que se acabe, que lo veo muy lejano... porque todavía entiendo que tenemos mucho para aprender y mucho para transmitir.
¿Cómo tomó este cambio de haber dirigido clubes ligueros a uno de la asociación?
Cuando me llamaron, pensé que no iban a aceptar mis condiciones, pero el nuevo presidente, Saúl Sánchez, se contactó conmigo y me sentí realizado, porque valoraron mi capacidad, mi trayectoria, pero fundamentalmente mi discurso. Sabemos que tenemos una manera de expresarnos y que no pensamos cambiar. A muchos les gusta y a otros no, porque somos frontales, decimos las cosas de frente.
En un medio donde hay tanta hipocresía, como en el fútbol, a mucha gente no le cae bien lo que decimos, pero es así que he llegado a donde estoy y he sentido que no era el momento de cambiar el discurso.
¿Sigue siendo una parte importante en su currículo lo que hizo en La Paz Fútbol Club?
Yo siento que el fútbol es presente y, para mí, el presente es Oruro Royal. El pasado, por muy glorioso que sea, ya es historia y queda como una referencia, y el futuro es incierto. Si estamos trabajando bien en Oruro Royal, el futuro va a ser feliz.
Primero debe ser campeón de la asociación, ¿pero cómo se imagina un Nacional B?
Duro, difícil porque si no me equivoco, ya hay equipos clasificados y después van a enfrentarse los campeones de cada departamento. Entonces va a ser muy difícil, y sabiendo eso, nos estamos preparando para dar lo mejor.
¿Será tal vez mejor este Nacional B que la Copa Simón Bolívar?
Es muy extemporáneo hablar. Cuando comience el campeonato vamos a decir si es mejor, pero se está tratando de hacer algo más competitivo. Eso es lo que yo entiendo, independientemente de que el mecanismo para llegar al Nacional B no les gusta a muchos. Yo creo que el esfuerzo hay que valorarlo.
Sabemos que primero hay que llegar al Nacional B, pero ¿usted cree que Oruro está preparada para tener dos equipos?
Creo que el club está capacitado para llegar a la Liga. Hay muchos equipos que no tienen cancha para entrenar y Oruro Royal tiene un estadio para hacerlo, tiene todas las comodidades para practicar. Entonces ha cumplido el más elemental de los requisitos. Después, hinchada siempre hay.
Uruguay sólo cuenta con cinco millones de habitantes y tiene más equipos que Bolivia en la competencia profesional. Todos los domingos los estadios se llenan y no solamente van a ver a Nacional y Peñarol.
Impuso hace unos años la APAZAMANÍA
¿Es usted un formador de jugadores, le gusta promocionarlos o prefiere armar un equipo con futbolistas en vigencia?
Para empezar, soy un entrenador, y más que eso, soy un mentor y por eso me gusta formar. Para hacerlo, no es necesario trabajar sólo con niños. He formado gente de 35 años, gente que me ha dicho que no tiene futuro, y hemos demostrado que a esa edad se puede inculcar valores.
Hay mucha diferencia entre ser director técnico y ser entrenador. Yo soy entrenador y entreno todas esas capacidades. Es fácil entrenar la parte técnica y la táctica. Es difícil entrenar la parte mental. Como decía Xavier Azkargorta, lo más difícil es enseñar a vivir, porque enseñarles a jugar es fácil.
A usted le gusta manejar la filosofía en el fútbol, ¿para usted el fútbol es una filosofía de vida?
Por eso decíamos nosotros una frase que ha pegado en todo el país, que decía que queremos ser campeones de la vida, porque ser campeón de la Liga es limitante. Es más fácil ser campeón de la Liga que de la vida, porque ésta no termina nunca, es de cada día.
¿Entonces, para usted, el fútbol es más una enseñanza de vida?
Exactamente. Creemos que el fútbol no es acción, es interacción; el fútbol es una constante influencia y lo que nosotros queremos es transmitir una influencia positiva de la vida a nuestros jugadores no dándoles consejos, sino con nuestros ejemplos y que los jugadores grandes sean una influencia positiva para los chicos con lo mismo, con ejemplos.
Hasta hace algún tiempo hubo una tendencia por la “apazamanía” de parte de los equipos de la Liga. ¿Usted cree que ha pasado de moda?
He sido convocado por varios equipos, pero he apostado por algo y eso no se ha materializado. Entonces perdí soga y cabra. Sin ir lejos, en el campeonato de la Liga, el primer equipo que se ha quedado sin entrenador nos ha llamado, pero cuando hemos preguntado por su proyecto, no tenían uno. Elegí venir a Oruro para preparar el terreno, para quitar la maleza, para sembrar y después cosechar.
¿Se siente satisfecho con todo lo que ha hecho hasta ahora?
No solamente en el fútbol, sino en la vida. Yo siento que cada día llego a mi casa fundido, cansado, pero convencido de que he trabajado y no como cuando uno se sienta en la bicicleta estática y transpira sin avanzar ningún metro. Yo he enseñado, he inculcado valores, he avanzado desde que he empezado a dirigir en equipos de asociación hasta la fecha, he avanzado mucho.
Las frases
"No distingo entre jugadores viejos y jóvenes, porque hay jugadores de 30 años que parecen jóvenes y jugadores jóvenes que parecen de 30. A mí me gusta el futbolista que sea igual que yo, que sueñe con conseguir algo, con ir a la gloria”.
"Cada día, para mí, amanece de nuevo, cada día mi currículo está en blanco, cada día lo tengo que llenar. Eso no se va a acabar... entiendo que tenemos mucho para aprender y mucho para transmitir”.
"Para empezar, soy un entrenador, y más que eso, soy un mentor y por eso me gusta formar. Para hacerlo, no es necesario trabajar sólo con niños”.
"Queremos ser campeones de la vida, porque ser campeón de la Liga es limitante. Es más fácil ser campeón de la Liga del Fútbol Profesional que de la vida, porque el campeonato de la vida no termina nunca, es de cada día”.
Leonardo Álvarez
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