Las apariencias engañan. El miércoles 25 de febrero se reunieron Rolando Aramayo, presidente de la Asociación de Fútbol Cochabamba (AFC) reconocida por la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y Jhonny Villarroel, titular de la Asociación de Fútbol Cochabamba, reconocida por el Servicio Departamental de Deportes (Sedede).
El encuentro se produjo en las oficinas del Sedede y precisamente a instancias de Ronald Calizaya, director de la entidad.
Pareció que la cita iba a ser el inicio de una nueva etapa en las relación de las dos directivas del fútbol local, distanciadas desde hace más de tres años debido a problemas internos.
Pero como dice el sabio refrán popular: del dicho al hecho hay mucho trecho.
POR SORPRESA
Un alto dirigente de la AFC reconocida por la FBF, dijo al # 1 que el titular Rolando Aramayo asistió a la reunión convocada por Calizaya en el Sedede el miércoles de la semana anterior y se sorprendió de que también se encontrara Jhonny Villarroel.
Aramayo no había sido advertido por Calizaya de que este encuentro era el propósito de la señalada reunión.
CAYÓ MAL
La difusión mediática de la cita causó molestia en los dirigentes de la AFC que reclamaron a Aramayo, quién les explicó que había sido sorprendido.
Mientras que Ronald Calizaya, director del Sedede, explicó al # 1 que la convocatoria a la reunión tenía el propósito de acercar a las partes en conflicto para afrontar en unidad los Juegos Odesur Cochabamba 2018.
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