Las consecuencias de división que sufre la Asociación de Fútbol Cochabamba, desde hace tres años aproximadamente, se plasma en el pago mensual de un alquiler de 400 dólares por los ambientes que utilizan en un domicilio particular, ubicado en la calle Reza entre Ayacucho y Junín.
Adicionalmente los dirigentes deben pagar los servicios básicos (luz, agua y teléfono) haciendo un total de 500 dólares aproximadamente, en desmedro de una institución que necesita invertir recursos en los niños y jóvenes.
“Sabemos que los ambientes que pertenecen a la AFC está ocupada por el grupo minoritario de dirigentes y nosotros tenemos que buscar otras alternativas de funcionalidad”, aseguró Rolando Aramayo, dirigente de fútbol.
Según Aramayo, dicha institución necesita capacitar a los entrenadores para conseguir mejores jugadores en las diferentes categorías. Además de contar con un terreno de juego propio que permita tener un escenario donde se puedan programar partidos.
“Esos recursos del alquiler perfectamente pueden ser invertidos en material deportivo y viajes de las diferentes delegaciones a los torneos nacionales”, aseguró Aramayo.
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