Víctor Hugo López, presidente de Wilstermann de Cochabamba, equipo de la división “B” del fútbol boliviano y uno de los históricos del balompié nacional, advirtió que la situación económica del club es muy preocupante.
López sostuvo: “no estoy dispuesto a inmolarme y ser el responsable del descalabro de Wilstermann” y antes de que eso ocurra prefiere llamar a una asamblea que defina el futuro de la institución.
“Estamos programando para el 29 de este mes una especie de festival, o un día del rojo, para que quienes se sientan wilstermanistas apoyen a su club en este momento, se registren como socios y podamos salvar por el momento la crisis que tenemos”, dijo el titular de los aviadores, que en el momento lucha por la posibilidad de volver a la Liga Profesional del Fútbol Boliviano.
El titular del equipo rojo anticipó que en caso de que el festival no tenga el éxito deseado, dejará el cargo de presidente ya que no quiere ser el culpable de una situación todavía peor a la que vive en el momento, lo que algunos hinchas han interpretado como una caída vertical en un precipicio que no tiene fin.
Víctor Hugo López se hizo cargo de la presidencia en una situación extremadamente complicada, con un déficit que superaba el medio millón de dólares, de la que logró salir a duras penas.
Por otra parte, los jugadores han reclamado el apoyo de la gente, hecho que le permitiría al club contar con más recursos y de esa forma cancelar los 30 mil dólares mensuales que representa la planilla de los aviadores por cada mes.
30 mil dólares mensuales para pagar planillas
Los jugadores “rojos” demandan el apoyo de la hinchada durante los partidos del Nacional B, para que la concurrencia y sus entradas se puedan traducir en los 30.000 dólares que el club necesita cada mes para cubrir sus planillas.
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