El presidente Walter Torrico, ingresó a la A.F.L.P. alquilando un club para representarlo y gracias a su “trabajo” de intimidación apareció con varios clubes bajo su dependencia que lo catapultaron desde hace OCHO AÑOS en la presidencia de la entidad paceña, sin que hasta la fecha haya conseguido UN SOLO TÍTULO en campeonatos nacionales de divisiones menores ni mayores, habiendo el Club ALWAYS READY fracturado su dictadura poniéndose valientemente al frente y ahí están los resultados, ahora compite en la división profesional de la Federación Boliviana de Fútbol como representante paceño. Pero la cosa no para ahí. Existe un grupo de clubes llamados opositores por el presidente, a los cuales la persecución es implacable programándoles permanentemente sus partidos en todas sus divisiones en las canchas más alejadas y en horarios similares por rencor y envidia de tipo personal que tiene contra los dirigentes que pese a sus odios radicales permanecen estoicos con sus equipos en los campeonatos anuales, pese haber sido retiradas sus sillas de la mesa del Consejo Central. En la actualidad el presidente en una asamblea digitada entre gallos y medianoche con la presencia de sus secuaces, amplió su mandato por un año más a partir del mes de noviembre del 2018 con el fin de hacer aprobar su nuevo e hilarante estatuto aprobado por los levanta manos en el mes de octubre ahora en manos de la F.B.F. para su revisión. En este interín los clubes opositores enviaron un documento al ente rector de nuestro fútbol, en el que observan la total inadecuación a su estatuto elaborado para perpetuarse de por vida en el cargo, al margen de una serie de denuncias contra el tirano en el manejo de los bienes y valores de la A.F.L.P. aguardando el pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia Deportiva que se hace esperar sin razón alguna lo propio que el de la F.B.F. en un silencio cómplice. Creemos que ha llegado la hora de decir basta a la tiranía que se vive en la A.F.L.P. con la INTERVENCIÓN por parte de la F.B.F. por los antecedentes esgrimidos en la citada denuncia para acabar con los atropellos del presidente que vulnera en la actualidad su anterior estatuto aún en vigencia con cambios de fondo en su estructura para obtener mayor poder y control hacia sus afiliados. La Paz requiere rescatar a los dirigentes probos y directores técnicos que han dado títulos a esta tierra que en la actualidad muestra una total sequía de valores para nuestro fútbol por los absurdos campeonatos convocados para jugar 18 partidos anuales frente a los 60 que deben jugarse, razón por la que nuestros representantes son vapuleados al margen de que los directores técnicos son elegidos a dedo por el mandamás de la Asociación de los clubes que le son “fieles”. Creemos que el fútbol paceño merece respeto de quienes lo dirigen y que actualmente lastimosamente adolece.
Dr. Edgar Linares Mariscal,
fundador y ex asesor legal de Fabol
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