Cala Cala empezó como una liga zonal, a la que un sinfín de equipos asistían, pues era un torneo muy reconocido a nivel departamental. Luego, por problemas internos, se “eliminó” el certamen, pero el club seguió su rumbo.
Después de haber descendido de categoría, en la Asociación de Fútbol Cochabamba (AFC), el club “se levantó” y ahora peleará en la No Aficionados B, con la mirada en seguir subiendo y pelear por un puesto en el seno del profesionalismo.
“Lo que queremos ahora, después de esta reestructuración, es pelear por subir y mantenernos. Cala Cala es un patrimonio del fútbol qhochala y eso tiene que seguir”, declaró el presidente del club Raúl Revollo.
Pero, la entidad también tiene proyectos que quiere emprender en un futuro no muy lejano. La idea de volver a formar una escuela y ser semillero de jugadores vuelve a la cabeza de los directivos.
Sin embargo, esa idea tendrá que esperar un poco, pues apenas solventan los gastos del equipo que participa en la categoría B.
“Estamos pensando en grande. Tenemos ideas que queremos cumplir”.
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