Vargas asume la AFC y seguirá la línea de Aramayo

El directivo Víctor Vargas asumió la presidencia de manera interina de la Asociación de Fútbol de Cochabamba (AFC) después de la renuncia de Rolando Aramayo. Ahora, la nueva cabeza considera que seguirá la misma línea que dejó el extitular.

Después de cinco años de estar al frente de la Asociación, Aramayo dejó la entidad deportiva valluno, pues considera que “no puede comandar” la AFC porque tiene un cargo en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). “Dejo la presidencia, pero no la Asociación”, publicó el extitular en su cuenta de Facebook.

Aramayo dejó como “legado” conseguir estabilizar la institución, pues en su momento existía una AFC disidente y la reconocida por la FBF (ahora comandada por Vargas).

Además, se concretó el uso de suelo (comodato) del que ahora es el complejo de Sivingani, que está en manos de la entidad por 25 años.

Todos estos “logros” también tuvieron “la mano y apoyo” de Vargas, quien como primer vicepresidente tomó “el mando de la Asociación”.

Si bien estará interinamente por uno o dos meses, el nuevo presidente seguirá buscando el “bienestar” del fútbol valluno, con la misma “fórmula” que aplicó Aramayo.

“La estructura del (Comité) Ejecutivo continúa. Tenemos el mismo lineamiento que nos ha dejado Rolando para que podamos proseguir con la gestión deportiva. La temporada 2019 tiene que continuar, porque es necesario para los clubes”.

Vargas sostuvo que estará al mando hasta que el proyecto de Estatuto de la AFC sea presentado y aprobado por la FBF. Recién después de eso se podrá llamar a elecciones para la presidencia de la entidad local.

Hasta que eso suceda, ya planifica el inicio de la temporada, en especial de la categoría No Aficionados A, que deberá empezar en febrero.

“Nos avisaron que la Copa Simón Bolívar comenzará el 7 de julio. Entonces, la categoría A debería estar iniciando los primeros días del siguiente mes o máximo hasta finales de febrero”.

Asimismo, Vargas apoya la intención de que la Simón Bolívar sea de más duración, pues muchas veces los clubes tiene que disputar seguidilla de partidos y eso “merma” el rendimiento de los equipos.

“Hay propuesta de cambios. Una es que el tope de edad de cada jugador sea de 28 años, además de un Sub 18 los 90 minutos y la disminución de los extranjeros en tres en cancha”, añadió.