La torre del lado poniente en la zona de butacas fue la que se vino abajo producto de los vientos huracanados que llegaron hasta los 90 km por hora que se registraron el día de la tragedia. Esta estructura tenía unos 15 años y estaban hechos de concreto armado con "todos los requerimientos de seguridad" y según Durán, habían recibido el visto bueno de los inspectores para realizar partidos de fútbol en esta gestión.
"Las torres estaban, como todo el estadio, en permanente inspección. Hace pocos días recibimos partidos de la Liga profesional. Estábamos obligados a realizar inspecciones. lo que no estaba normal eran los vientos", informó Durán a la red Unitel.
Esta es la luminaria que cayó sobre el público en el estadio. Foto: Gabriel Vásquez
Los gastos de recuperación de los afectados y los de sepelio del menor han sido cubiertos por el club cruceño que además, verá "la forma de como ayudar a las familias" ante lo sucedido. "El club, como cualquier otro club, tiene un montón de carencias pero eso no es lo importante ahora, sino ayudar a la familia".
"Estamos tomando las precauciones para que no vuelva a ocurrir un desastre como ese. Si es que hay algún riesgo no se jugará, pero si no lo hay, continuaremos con nuestras actividades ya que para nosotros es muy importante el uso del estadio", indicó.
Ana María Jerez, madre del niño que falleció, ayer fue dada de alta. Otros de los afectados son Amalia Ayllón y su hijo quien tuvo una fractura en la pierna izquierda, fue operada y su recuperación es favorable y puede ser dado de alta hoy. Otro fue un paciente de 32 años, con diagnóstico de policontusiones que también puede irse este lunes a su casa.
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