El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Rolando López Herbas, expresó su inquietud por la actual situación de crisis que confronta la matriz del fútbol cruceño, la más grande e influyente del país. Considera como factor determinante la ‘obsolescencia’ de su estatuto orgánico y sus estructuras de mando, que “no tienen carácter democrático ni representativo”. López Herbas respondió a una serie de preguntas sobre el mal momento institucional de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) a un año del centenario de su fundación.
¿Tiene conocimiento de la crisis por la que atraviesa actualmente la Asociación Cruceña de Fútbol?
Tengo conocimiento por las publicaciones de prensa y también he recogido la preocupación de los dirigentes de clubes que están afiliados a la ACF. La preocupación mía es mayor porque se trata de una asociación con patrimonio y, sobre todo, con una trayectoria y peso institucional que, en el pasado, era un referente a escala nacional.
¿Cuál es, en su criterio, la causa de esta crisis?
Creo que la crisis de la ACF se sostiene en dos aspectos que son claros: por un lado, la obsolescencia de su estatuto, en el que además se puede evidenciar incoherencias y anacronismos que dan lugar a estructuras de mando y dirección que no tienen carácter democrático ni representativo. De ahí, por ejemplo, que resulta difícil instalar un consejo central por falta de cuórum, porque la decisión está en manos de quienes responden a un mando cupular donde, además, la correlación de fuerzas tiene un componente más político que institucional.
Por otro lado, el mismo estatuto permite la prolongada ausencia de su presidente, sin que se apliquen medidas tendientes a darle institucionalidad, legalidad y legitimidad al comité ejecutivo de la Asociación Cruceña de Fútbol. Por supuesto que la sucesión temporal es legal, pero de ninguna manera una sucesión casi definitiva.
¿Cómo se puede encarar la superación de esta crisis?
Dejar sin cuórum las reuniones del consejo central es, simplemente, prolongar la crisis a términos mayores. Superar la crisis implica, en parte, la instalación del Consejo, debatir los temas cruciales que aquejan a la ACF y concertar un plan de recuperación de la institucionalidad. Pero lo más urgente, sin duda alguna, es que la ACF se dote de un nuevo estatuto concordante con los estatutos que emergen de la FIFA, de la Conmebol y de la Federación Boliviana de Fútbol, en ese orden. Sin embargo, este no es un trabajo a realizarse en el corto plazo. Una vez que la FIFA ya promulgó y publicó su nuevo estatuto, la Conmebol modificará el suyo y en ese trabajo estamos; luego la FBF también elaborará y aprobará el nuevo estatuto y, seguidamente, lo tendrán que hacer las diferentes asociaciones departamentales del fútbol boliviano.
Usted declaró ante la prensa que para el centenario de la ACF había el compromiso de que el Comité Ejecutivo de la Conmebol sesione en Santa Cruz, como parte de los actos de esa celebración. ¿Está vigente ese compromiso?
Ese es el compromiso, de modo que, de concretarse, los presidentes de todas las federaciones del fútbol sudamericano estarán presentes para esa celebración. Sin embargo, debo ser claro en lo siguiente: si la ACF persevera en lo que se constata en estos tiempos, es decir, la falta de institucionalidad y las componendas para que el consejo central no sesione regularmente como prevé el estatuto, creo que no será factible cumplir con ese compromiso. Hoy, la FIFA y la Conmebol están impulsando los procesos de reforma para recuperar la credibilidad y confianza de la gente, de modo que también se demanda que la ACF se ubique en ese mismo lineamiento.
¿Qué opina sobre el avasallamiento del estadio Édgar Peña Gutiérrez?
Tengo escasa información al respecto. Lo poco que sé es que por decisión del presidente Evo Morales el estadio fue construido para la ACF, no sé en qué momento empezaron las concesiones ni por qué motivo hasta ahora el derecho propietario del estadio está en disputa.
Como presidente de la FBF encuentro que ese estadio, bajo la administración plena de la ACF, es un aporte al desarrollo del fútbol departamental, por la cobertura que la ACF tiene y, sobre todo, por la necesidad de escenarios deportivos para los torneos que organiza la asociación. Creo, entonces, que se debe dialogar con el municipio de Warnes y hasta con el presidente Morales, aprovechando -en el buen sentido- su decidido apoyo al fútbol en general y no de una instancia o sector en particular.
Finalmente pido a la dirigencia del fútbol cruceño recuperar el prestigio y protagonismo que siempre tuvo la ACF, y sea siempre en el marco de sus estatutos y reglamentos en tanto estos están vigentes.
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