Al darse esta situación, la AFC dio a conocer que 1.920 jugadores de 96 equipos de estas categorías se vieron imposibilitados de jugar entre el sábado y domingo, retrasando así el calendario 2016 de la sección Infanto Juvenil.
A pesar de que Zulema Céspedes, directora del Sedede, dio el miércoles 24 de mayo la autorización para el uso de estos predios, se procedió al cierre de estas canchas.
"Ante esta afrenta reiterada al fútbol cochabambino, cobijada en nuestra asociación y particularmente la afrenta y discriminación con la que actúan las autoridades departamentales del deporte, lamentamos suspender 48 partidos programados entre el sábado y domingo, lo que significa el perjuicio a 96 equipos con un promedio de 20 jugadores sumando 1.920 deportistas que se ven privados de practicar el fútbol por la actitud mezquina de quien lo único que busca es un afán figurativo y político de un grupo con intereses oscuros", denunció la AFC.
Asimismo, la entidad regente del balompié valluno se declaró en estado de emergencia y no descartó asumir acciones contra las autoridades del Sedede y la facción disidente de la asociación, presunta gestora de este acto.
El #1 intentó comunicarse con Céspedes para conocer su versión, empero apagó su teléfono celular.
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