Ever estudia Comercio Internacional. Se gana "sus pesos” jugando fútbol amateur en más de dos equipos en un fin de semana. Se autoidentifica orgulloso como un "siete ligas”.
Por lo general, este tipo de jugadores, que recorren las ligas zonales jugando para varios equipos, cobra entre 100 y 200 bolivianos por partido. Los más destacados pueden llegar a ganar hasta 1.000 bolivianos en cinco cotejos.
"Los jugadores cobran de acuerdo a su categoría; generalmente 100 bolivianos por partido. Los mejores cobran hasta 200 bolivianos por encuentro”, afirma Deiby Perales, dirigente del club Gastón Aponte de la liga Adesu de Obrajes. Comenta que "fácilmente” un jugador de "élite” disputa entre cuatro y cinco cotejos por fin de semana.============
El sociólogo Mario Murillo explica que este tipo de jugadores no tiene ningún tipo de relación contractual con equipos profesionales y que, más bien, "despliega su fútbol” en el circuito amateur de la ciudad paceña y en campeonatos del área rural. Este investigador es autor del texto La pelota no se mancha. Una etnografía de la liga deportiva El Tejar.
"Usualmente cobran un monto determinado por partido que varía en base a negociaciones con dirigentes, el prestigio y el rendimiento del jugador. Sin embargo, se puede decir que esa cantidad fluctúa entre 150 y 300 bolivianos”, afirma Murillo.
Este "fenómeno” se inició, según el presidente de la Liga El Tejar, Jhonny Alarcón, hace poco más de 10 años, cuando el fútbol se convirtió en un "deporte espectáculo”. Explica que antes un jugador rogaba por jugar un campeonato. Ahora, afirma, "los papeles se invirtieron”.
El presidente de la Asociación de Ligas Deportivas de La Paz, Roy Vásquez, asegura que esta organización aglutina a más de 150 ligas en toda la ciudad. Comenta que los campeonatos se realizan entre marzo y diciembre de cada año.
Santos Churquis se llama el equipo de Alarcón, el cual compite en El Tejar. Este dirigente comenta que existen 240 equipos -en las diferentes categorías- que juegan en esta liga. Explica, además, que el presupuesto anual, sólo para pagar a jugadores alcanza a los 1.000 dólares.
"Por partido son unos 400 a 500 bolivianos… Se juegan 11 fechas, son alrededor de 6.000 bolivianos lo que se gasta”, afirma.
Deiby Perales, dirigente de Gastón Aponte, cuenta que su equipo gastaba por domingo, sólo en pagar jugadores, por lo menos 400 bolivianos. Los dirigentes explican que cuando se "les cruzan los partidos”, los jugadores "siete ligas” optan por representar al equipo que les puede pagar más dinero.
Fuera de la ciudad
La vida futbolera de estos jugadores no sólo se limita a cruzar la ciudad de una ladera a otra, o de recorrerla desde la zona norte a la sur, y viceversa. Los entrevistados comentan que en los campeonatos mineros y en los que se organizan en comunidades rurales es donde mejor se les paga a estos deportistas.
Perales estima que en un torneo minero "por lo bajo” se gana 100 dólares por partido.
A su vez, Vásquez comenta que el objetivo de estos equipos es contratar a "una estrella”, más que llevar un buen jugador o un refuerzo.
Siete ligas "de antaño”
David Rojas tiene 43 años. Es un hombre robusto. Este defensor central recuerda que su récord, en años de juventud, fue jugar hasta cinco partidos en un día; aunque destaca que nunca le gustó cobrar.
En la actualidad, Rojas está habilitado para jugar en ocho campeonatos zonales de La Paz. Asegura que siente orgulloso de que le denominen "siete ligas”. "Yo nunca he sido interesado para el deporte. Uno sabe que el dirigente hace esfuerzos y como juego en ocho ligas, les digo que me den su cariño”, expresa.
Hugo Duchén, de 45 años, fue en su época de juventud un "siete ligas”. Recuerda que hace más de dos décadas jugaba hasta seis partidos en un fin de semana. Sin embargo, sostiene que en aquel entonces se formaba parte de los equipos por "amor al deporte”.
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