¿Qué le deja ocho años de estar al mando de la asociación más importante del fútbol boliviano?
F.R.: Muchas gratificaciones, porque la tarea es ardua año a año. El reto es organizar campeonatos competitivos y convencer a los dirigentes sobre la mejor forma de llevar adelante los torneos. A esto se suma el compromiso de mejorar los recursos humanos que tenemos con seminarios y cursos para entrenadores, árbitros y dirigentes.
¿Ha crecido el patrimonio?
F.R.: Sí, gracias a una donación del pastpresidente Romer Osuna se ha logrado incrementar el patrimonio. Nos dio recursos para la construcción de dos ambientes más en el edificio de la calle Bolívar. Estos ambientes servirán para salas de reunión y otro para una sala de trofeos.
¿Qué hay de nuevo sobre el estadio de la carretera al norte y cuya obra está paralizada?
F.R.: Hay la esperanza de concluirlo porque hemos seguido insistiendo al Gobierno. Acá los beneficiados serán los jóvenes que lo utilizarán.
¿El Gobierno ha respondido a la inquietud de ustedes?
F.R.: Entendemos que ellos han requerido una auditoría de lo que se ha hecho y se ha gastado. Una vez estén informados nos imaginamos que agilizarán la entrega de recursos económicos para que se concluya la obra.
¿Hay fechas sobre la reanudación de labores?
F.R.: Eso no lo sabemos. Es una incertidumbre. La esperanza nuestra es que esa obra se va a terminar este año.
Hablemos de lo que le hace falta en la ACF...
F.R.: Hay una deficiencia en el número de árbitros para los campeonatos.
¿Hay menos árbitros que antes?
F.R.: No, hay más, pero lo real es que la Asociación ha crecido en cantidad de equipos.
¿Es cierto que ellos prefieren dirigir en los barrios que en la ACF porque ganan más?
F.R.: Lo entendemos, porque nosotros no contamos con recursos para pagar lo que el fútbol informal paga.
¿No hay forma de atraerlos, de incentivarlos?
F.R.: Lo estamos haciendo. Queremos generar mayor expectativa en los árbitros, cuyo objetivo final es llegar a ser juez FIFA. Esto queremos inculcar y proyectar su carrera de esa manera y el camino para lograrlo es solamente mediante la Asociación.
Toquemos el tema de las canchas donde se juegan los torneos y que muchas de ellas son realmente potreros. ¿Se hará algo para mejorarlas?
F.R.: A través del proyecto Gol de la FIFA es muy probable que podamos hacer un miniestadio o una cancha de competición, totalmente reglamentaria para las divisiones menores. Además, vamos a tocar la puerta a la Alcaldía para que se mejoren las canchas de los barrios
¿De la dirigencia qué puede decir?
F.R.: Está consolidada. Siempre habrá desacuerdos, pero lo positivo es que todos apuntan al crecimiento de la entidad. En nuestro gestión todo se ha hecho de manera transparente y un testimonio ha sido el informe económico auditado que entregamos y que nunca se hizo antes.
¿Genera plata la ACF?
F.R.: No genera. Somos una entidad sin fines de lucro. Todo lo que se genera es por el apoyo que nos pueden dar las diferentes instituciones.
¿Qué le falta a su equipo de trabajo para ser más fuerte?
F.R.: Tenemos que fortalecernos en algunas aspectos, como en el área de comunicación y de reglamentación de nuestros estatutos.
Ya que habló de estatutos, ¿Hay posibilidades de promover una actualización de estos?
F.R.: Claro que sí. Si todo mundo está de acuerdo, habrá que hacerlo. Todo es perfectible.
¿Su relación con la Asociación Nacional de Fútbol y la Federación Boliviana de fútbol es buena o mala?
F.R.: Es buena. Hemos sido puntal en los cambios que se han realizado en beneficio del fútbol. La Copa Bolivia, por ejemplo, salió desde nuestro seno y así otras posturas que han salido desde la ACF.
¿Se puede saber cuánto tiempo le dedica a la Asociación?
F.R.: Le dedico parte de mi tiempo laboral. Si la gente de la Asociación no estuviera conforme con mi dedicación, no me hubiese reelegido.
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