A pesar de no haber justificado su posición en la tabla (séptimos con un punto), echaron la culpa de su incómoda realidad a la dirigencia: no tener escenarios para entrenar, material ni indumentaria deportiva.
“Esto ya se veía venir desde la pretemporada, no existe una buena predisposición de los dirigentes, se aparecen algunas veces y nos perjudican porque nosotros queremos lo mejor para este equipo; queremos hacer fútbol, pero como no hay canchas tampoco existe motivación”, manifestó el capitán de los refineros, Leandro Echalar.
El experimentado jugador local se mostró molesto por esta situación y sentenció: “Hemos decidido todos los jugadores y cuerpo técnico que se vaya (la dirigencia), creo que hay otras personas que quieren hacerse cargo, si la cabeza no funciona, no hará absolutamente nada”.
Por su parte, el técnico del equipo, Omar Ortega, señaló que “hay ganas de entrenar pero no se puede planificar nada porque no hay campos deportivos; esto es parte de la dirigencia, es su trabajo, ellos son los responsables”. Relató que en la práctica del miércoles, en la Normal, tuvieron que utilizar mochilas en reemplazo de los conos con los que no cuentan. Explicó que para las prácticas, además de conos, tampoco cuentan con ponchillos ni balones.
Para colmo, ayer el plantel se trasladó al estadio Sucre, empero no pudieron entrenarse ahí por la falta de gestiones de los dirigentes para el uso de dicho campo de juego.
El Rayo intentó comunicarse con el presidente de Independiente, Oscar Laguna, pero el dirigente no contestó su celular; otros directivos argumentaron no estar al tanto de esta situación.
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