Eran las 09.00 de ayer cuando, sorpresivamente, un agente de la Dirección de Migraciones de Cochabamba, dos policías y un fotógrafo interrumpieron la concentración del equipo de Nacional Potosí e intentaron detener a seis jugadores extranjeros del plantel que mañana jugará el partido de ida por el ascenso/descenso indirecto frente a Aurora.
El intento fue justificado con un fax proveniente de la Dirección de Migraciones de Potosí, que daba cuenta de que esos futbolistas no habían regularizado su permanencia en Bolivia.
Sin embargo, el director de Migraciones de Potosí, Alfredo Garnica, declaró anoche que no envió denuncia alguna, por cuanto se encontraba ausente de la Villa Imperial. Agregó que mandó un informe sobre la situación migratoria de los jugadores ayer por la tarde, pero admitió que no procedía ningún intento de detención.
La acción de Migraciones de Cochabamba estuvo dirigida contra los jugadores argentinos Rubén Mario Villarreal, Germán Villada, Nicolás Canalis, Maximiliano Andrada, Silvio Ortega y Ezequiel Gastón Andrada.
“Es cierto que de la mayoría de ellos venció el plazo de radicatoria, pero junto con nuestro presidente (por Emilio Alave) estamos haciendo los trámites para ampliarla”, destacó el técnico Víctor Hugo Andrada.
“Lo increíble es que la denuncia fue hecha en Potosí, justo ahora, cuando estamos a pocas horas del primer partido. Fácilmente se puede ver que aquí hay una mano negra que lo que quiere es que Nacional Potosí no ascienda a la Liga”, añadió.
“‘Si no pagan hasta mañana (por hoy), no podrán jugar el jueves’, eso es lo que nos han dicho, así que la directiva está haciendo el esfuerzo para poder pagar la ampliación de la radicatoria”, agregó Andrada.
Informó que el monto total que se debe cancelar alcanza a la suma de 4.890 bolivianos (Bs 815 por jugador) que se hará efectiva en el transcurso del día para evitar la ausencia de estos jugadores, cuatro de ellos considerados como piezas claves en el equipo de Nacional Potosí.
El intento fue justificado con un fax proveniente de la Dirección de Migraciones de Potosí, que daba cuenta de que esos futbolistas no habían regularizado su permanencia en Bolivia.
Sin embargo, el director de Migraciones de Potosí, Alfredo Garnica, declaró anoche que no envió denuncia alguna, por cuanto se encontraba ausente de la Villa Imperial. Agregó que mandó un informe sobre la situación migratoria de los jugadores ayer por la tarde, pero admitió que no procedía ningún intento de detención.
La acción de Migraciones de Cochabamba estuvo dirigida contra los jugadores argentinos Rubén Mario Villarreal, Germán Villada, Nicolás Canalis, Maximiliano Andrada, Silvio Ortega y Ezequiel Gastón Andrada.
“Es cierto que de la mayoría de ellos venció el plazo de radicatoria, pero junto con nuestro presidente (por Emilio Alave) estamos haciendo los trámites para ampliarla”, destacó el técnico Víctor Hugo Andrada.
“Lo increíble es que la denuncia fue hecha en Potosí, justo ahora, cuando estamos a pocas horas del primer partido. Fácilmente se puede ver que aquí hay una mano negra que lo que quiere es que Nacional Potosí no ascienda a la Liga”, añadió.
“‘Si no pagan hasta mañana (por hoy), no podrán jugar el jueves’, eso es lo que nos han dicho, así que la directiva está haciendo el esfuerzo para poder pagar la ampliación de la radicatoria”, agregó Andrada.
Informó que el monto total que se debe cancelar alcanza a la suma de 4.890 bolivianos (Bs 815 por jugador) que se hará efectiva en el transcurso del día para evitar la ausencia de estos jugadores, cuatro de ellos considerados como piezas claves en el equipo de Nacional Potosí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario