domingo, 5 de octubre de 2008

Simón Bolívar • Real Santa Cruz y Universidad dividieron honores en su primer duelo (1-1).


El agüacero caído ayer, poco después de que se había jugado el primer cuarto de hora del partido, le dio un tinte especial a la primera fecha del grupo C de la Simón Bolívar. El duelo entre Universidad y Real Santa Cruz acabó igualado (1-1), aunque los doctos, dirigidos por Federico Justiniano, estuvieron más cerca de liquidar el pleito.
Eso sí, los albos fueron los primeros en golpear. Apoyados por su público, que asistió en gran cantidad al Juan Carlos Durán, el equipo que dirige Juan Rivero decidió presionar desde el inicio con Reynaldo y Cuéllar pisando el área rival, y a los 9 minutos de iniciado el juego, este último tuvo su premio al definir de primera un rebote que le cayó tras previa intervención del meta Mustafá. El 1-0, hasta ese momento, era quizá merecido.
Pero había más, porque el campeón no estaba dispuesto a caerse y comenzó a manejar el juego. El gran trabajo de Paz y Reyes en el medio, y las escapadas por las puntas de Chispas y Guzmán, le permitieron a Universidad crecer y el empate no tardó en llegar. Chispas se sacó de encima a Cabello y el zurdazo que hizo rebotar el arquero Alquiza, fue bien aprovechado por Guzmán (22’), que definió sin marca.
El partido había subido de tono y de inmediato cayó una torrencial lluvia que ‘inundó’ el gramado. Los hinchas apostados en las graderías coparon de inmediato las dos bandejas de preferencia en busca de refugio. El agüacero no cesó y los aficionados no se movieron, pese a que el viento (cambió al sur) hizo mojar a cuanta persona se encontraba en el escenario. Quienes vendían paraguas y ponchos de hule, acabaron haciendo su negocio.
En cancha el espectáculo era otro. La pelota se detenía en los charcos provocando un mayor esfuerzo de los jugadores. Pese a la dificultad, fue Universidad el que llegó con mayor peligro, ya que Chispas se paró por izquierda y en dos ocasiones estuvo a tiro de marcar. La última chance, generada a diez minutos del final, fue por demás de clara. El ex Guabirá levantó la pelota por encima de Alquiza y cuando parecía que entraba, el agua detuvo el balón.
Los hinchas doctos se tomaban la cabeza mientras que del sector albo salió un grito: “Que siga lloviendo”. A la réplica, la jugada más clara que generó el local se dio luego de un preciso centro de Cuéllar que Valencia no logró peinar y cuando parecía que el balón engañaba a Mustafá, éste se lanzó y atrapó con seguridad. En el contragolpe, aprovechando su velocidad, Guzmán volvió a poner en apuros a Alquiza, pero el meta atajó bien.
Poco antes del final, Arroyo (82’), de gran trabajo durante el partido, vio la roja por insultar al árbitro y dos minutos después, le siguió otro gladiador en el medio: Carlos Paz, de Universidad. El partido, con bastante desgaste físico por la cancha pesada, no tuvo otra emoción de gol y ahora no queda que esperar la revancha del domingo en el Tahuichi, para luego encarar la recta final del grupo en Cobija.

Más de la copa

Los rivales cruceños
Luego de la revancha de este domingo (18:00), Universidad y Real Santa Cruz se trasladarán hasta Cobija para encarar la recta final del grupo. Allí se medirán con los pandinos Vaca Díez y Miraflores, y con los benianos 1 de Mayo y Perequije. Estos dos últimos se enfrentaron anoche y los dos primeros juegan hoy.

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